Por Eder Abatedaga
Espero que decidan hacerlo porque, realmente, es algo muy útil.
Saludos
Eder
El carro estacionador, como yo le llamo, junto con el caballete central, han sido las cosas más importantes que he realizado para mi moto, porque me permiten posicionarla donde quiero, sin tener que bajarla y hacer maniobras.
En mi caso lo hice por que tengo poco espacio y darla vuelta era una complicación importante.
Ahora, es muy simple correrla, girarla y meterla en un espacio estrecho. Incluso, para aquellos que cuentan con todo el espacio, moverla es tan sencillo que solo hay que empujarla y guiarla para llevarla a donde uno quiere.
Donde se ven las ventajas, además de cuando falta el espacio, es cuando tenemos desmontada la rueda trasera y, por el motivo que sea, debemos mover la moto. Con el carrito estacionador es una pavada.
Yo no me imagine lo importante que sería hasta que lo tuve hecho y puse la moto encima. Por eso digo que es una de las cosas más importantes que hice (junto con el caballete).
Para su fabricación no hay mucho que explicar y cada uno deberá considerar las distancias entre los apoyos del caballete y el peso de la moto.
Yo comencé haciendo un plano, pensando en hacerlo plegar, pero terminé haciéndolo más casero y económico, a partir de una chapa de 380 x 200 x 6.35 mm (1/4") y una planchuela de 3" x 1/4".
El plano del que partí es el siguiente. Luego hice algunos retoques y, como fue medio artesanal, ya no le presté atención a los ángulos de las patas, sino que los ajusté sobre la marcha y traté de que las cuatro patas salieran lo más parecidas posible, ya que no plegué nada y las curvas las realicé con cortes parciales (2/3 de la sección aprox.), doblado y soldado.
Lo que finalmente quedó, es lo siguiente:
Espero que decidan hacerlo porque, realmente, es algo muy útil.
Saludos
Eder